MADRID-PARIS-FRANKFURT con la "L" a cuestas
Sólo hacía un mes que nos habíamos sacado el permiso de conducir, mi amigo Sebas y yo y para ir cogiendo práctica decidimos hacer un viajecito. Y claro no podía ser ir de Madrid a Guadalajara, no, que ahí no cogeríamos soltura. Decidimos ir de Madrid a Frankfurt y vuelta para dar un paseito de 4.477 kilómetros.
Ante esas condiciones de coche precisábamos de alguien que entendiese de mecánica y quien mejor que Antonio “Ninio”. Ya sólo nos faltaba encontrar un traductor de francés puesto que tendríamos que cruzar toda Francia hasta llegar a Alemania. Susana fue nuestra elección a la que recogeríamos en Haro (Rioja).
Y así comenzó nuestro viaje. Tras recoger a Susana la primera noche la hicimos en Donostia-San Sebastián que estaba en Aste Nagusia (fiesta grande). Casi toda la noche de juerga y así nos fue. Al día siguiente sólo conseguimos hacer 129 km con la resaca encima y tras atravesar Hendaye y visitar St. Jean de Luz y Bayonne hicimos noche en Messanges.
El viaje trascurrió visitando ciudades como Arcachon, Burdeos, La Rochelle, Nantes y al quinto día llegamos a Paris, ciudad de la luz y del amor. Refugio de poetas y artistas que impregnaron sus calles de bohemia. Cafés parisinos que recuerdan con nostalgia los años de la Belle Epoque.
Y tras aprender un poco de las costumbres alemanas comenzamos el viaje de regreso bajando de nuevo hacia Francia y atravesando y visitando Saarbrücken, la preciosa ciudad de Troyes, todo un descubrimiento, Niort curiosamente donde se ubica la central de una empresa para la que empecé a trabajar años después.
Y cerca ya de España en la larga línea costera de las Landas otro descubrimiento fue Vieux Boucau donde nos quedamos 3 días a descansar del viaje antes de regresar a nuestra tierra. Sus largas playas invitan a dar paseos al atardecer. Lugar ideal para surfear por sus grandes olas y donde contrasta el azul del mar con el marrón de las dunas arenosas y el verde de los cientos de kilómetros cuadrados de pinares junto al mar. Con lagos interiores muy cerca de la costa y cientos de caminos y rutas en bici balizadas.
Y tras este breve descanso cruzamos la frontera y entramos de nuevo en España, dejamos a Susana en su casa y en unos cuantos cientos de kilómetros más de nuevo en Madrid tras haber vivido una nueva experiencia enriquecedora a través de un viaje..... ¿Qué mejor manera?
4 comentarios:
Si, si, ya me acuerdo... ese no fue el de "Je sui a champignon"...
No en este era "sait où trouver la glace" que nosotros lo pronunciabamos "vu sabe de glasons" y en vez de darnos hielo para la nevera nos daban helados...jajaja
"petit glasons" y al final conseguiamos lo que queriamos, los hielos, que en esta ocasión no eran para pasarlos boca-boca(no penseis..). Buen resumen Carburo, las anecdotas las dejamos pa cuando tomemos unas cañitas y nos invada la exaltación y nostalgia... Besitos y Abrazos
Que viaje mas guapo eh Ninio ¡¡¡
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