Tras unas ñapas de reforma de ideas volvemos a colgar un post. El blog como dice Duende es un hobie. Asi que a partir de ahora la actualización será cuando podamos, cuando queramos, cuando nos apetezca. Sin que el blog nos domine a nosotros sino nosotros a él. Sin caer en la tonteria o en lo burdo. Para contar una excursión cuando la hayamos realizado, para colgar una foto cuando nos hayan quedado bonitas, para poner un recorrido GPS cuando pensemos que a alguno le puede interesar y venir bien, etc.......
Y con el Casco puesto volvemos con una colaboración de Marcos sobre la actividad que él y Rubén realizaron el otro dia en Peñalara (Madrid) que este año esta a tope... ¡¡¡¡
Aprovechando este regalo de invierno, el sábado 14 madrugamos para acercarnos a ver como estaba nuestro “portaventura” de escalada en hielo, el circo de Peñalara. Pensábamos que al haber estado pegando fuerte el sol durante la semana, poco quedaría de hielo, pero….había que intentarlo.
Quedada a las 6.15, en el parking a las 7, en marcha a las 7.15 (otra vez nos hemos olvidado los frontales… si es que no aprendemos...) y a las 8.15 estábamos debajo de la cascada de la pared negra ( 60 metros de hielo de inclinación variada, con un tramo de 90º en la parte superior). La cascada estaba formada, no en condiciones ideales, pero se mostraba “acogedora” para intentar superarla. Para variar no eramos los primeros, asi que nos toco esperar unos minutos hasta que pudimos empezar.
Me tocaba ir de primero y como teníamos dudas de la consistencia de la parte superior de hielo, subí hasta debajo de la misma, montando reunión en una cueva bajo las columnas de hielo, muy bonita, aunque no paraba de chorrear agua de las heladas estalactitas. Tras de mi subió Ruben, y más resuelto que yo, decidió tirar de primero en el segundo largo, remontando la columna de hielo de 90º con pocas posibilidades de asegurarse…un campeón. Cuando me tocó pasar esta parte totalmente vertical, a pleno sol, con la sierra de Guadarrama totalmente nevada a mi alrededor, os aseguro que fue un momento de disfrute total y de asombro por lo que Ruben había remontado de primero. Parece que poco a poco vamos subiendo nuestro nivel y disfrutando de cada rincón esquivo que nos ofrece la sierra de Madrid.
Pero las sorpresas no se acaban al llegar arriba, al rapelar, por sorpresa nos encontramos con una sección totalmente colgada…Como aún nos quedaban un par de horas, nos acercamos a otras cascadas pequeñas que había de camino a la cima de Peñalara y terminamos de quemar los antebrazos, dándole fuerte a este hielo que puede que pasen 10 años hasta que volvamos a ver.
En fin, jornada de disfrute total, y espero punto y seguido por ahora a nuestras aventurillas montañeras… ahora toca superar y disfrutar de la paternidad…. Eso si que es una expedición en condiciones.
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