miércoles, 23 de abril de 2008

CARBURO IN THE WORLD ( IV )


MARRUECOS - ARGELIA


Marruecos es un pais donde la leyenda coexiste armoniosamente con la vida moderna. Un encanto muy particular se desprende de su diversidad: la magnificencia de un palacio moruno, la satisfacción del humilde zapatero ocupado en una tarea milenaria, el perfume primaveral de los naranjos en las calles de una ciudad..... la diversidad es la palabra clave para describir estas tierras de ricas planicies, altas montañas, desiertos ardientes y mares relucientes.

Se puede denominar a Marruecos como el "Reino de las Emociones", un país fascinante en el que te ves sumergido en un oleaje continuo de sensaciones, que despiertan las más variadas emociones del corazón haciendo que este viaje permanezca, para siempre, en mi recuerdo como algo muy especial.

Me gustaria volver algún día pero volver como viajero en vez de como turista. ¿Qué diferencia existe?. Paul Bowles decía en "El Cielo Protector" que no se consideraba un turista; él era un viajero. Explicaba que la diferencia residía, en parte, en el tiempo. Mientras que el turista se apresura por lo general a regresar a su casa al cabo de algunos meses o semanas, el viajero, que no pertenece más a un lugar que al siguiente, se desplaza con lentitud durante años de un punto a otro de la tierra.

GARGANTA DEL DADES Y DEL TODRA

La carretera se transforma en pista, atraviesa el rio Dadés, sube serpenteando hasta lo alto de un vertiginoso cañón y penetra en un terreno privado: el de las aves y los muflones. ¡Nuestra respiración se corta! A partir de Tineghir, se recorren unos 50km y se llega... al fin del mundo. Dos acantilados cortados en pico, de 300 metros de altura, separados por un estrecho pasillo de sólo una veintena de metros. Estamos ya en la garganta del río Todra.



JBEL OUGNAT y JBEL SARHRO (Hamadas)
En Marruecos atravesamos dos tipos de desiertos: por un lado los Erg o desiertos de arena, tal y como los conocemos, y por otro las Hamadas. Estos últimos menos conocidos son desiertos pedregosos, que aunque aridos, albergan una nutrida vida animal, asi como una amplia variedad de flora.



EL DESIERTO DEL SAHARA
Salimos de Erfoud, ciudad que cierra una extesión de hasta un millón de palmeras y abre la puerta a las primeras arenas del Sáhara. Cerca esta Zagora en la ruta de Tombouctou a la que se llega desde este lugar en 52 jornadas en dromedario. Llegamos a Merzouga donde sus amaneceres se recortan contra las dunas del Erg Shebbi.

En este lugar N: 31.08.46.9 y W: 04.01.41.9 (coordenadas GPS) cercano a la frontera con Argelia, ha sido la única vez en mi vida, que tumbado a la noche sobre el techo del 4x4, he podido disfrutar de la increible vista de la Via Lactea y las constelaciones tal y como nos las enseñaban en el colegio. Pude experimentar de donde viene su nombre (significa camino de leche en Latín) denominada así por la apariencia de banda lechosa de luz tenue que atraviesa el cielo nocturno de lado a lado. Lo pude ver perfectamente, bien definido y aun ahora recordándolo se me erizan los pelos de esa mágica visión.

EL ATLAS
Desde Marrakech , las montañas del Atlas, parecen un decorado irreal y fabuloso. Sin embargo basta recorrer 20 km para iniciar excursiones inolvidables y descubrir la grandeza, el exotismo y el esplendor de estos paisajes. Saliendo por el sudeste de Marrakech, se atraviesan acogedores pueblecitos bereberes: Aghmat o Dar Caïd Ouriki.
Luego sigue una carretera flanqueada por jardines de vegetación escalonados en terrazas, a lo largo del "oued" de Ourika, hasta Arhbalou. Y una vez alli... ¡hay tanto donde elegir!


Foto en el puerto de Tizi n-Tichka (2.260 m). Una vez cruzado entramos en el país Glaoui. Para recorrer estas tierras hay que hacerlo a través de pistas abruptas, vadeando rios, descendiendo y subiendo barrancos. Y de vez en cuando un descanso para disfrutar del paisaje de los oasis en medio de la nada....




4 x 4

Nuestro viaje estuvo ligado completamente a estos vehículos. Para un recorrido como este: cruzando cordilleras, recorriendo gargantas y atravesando desiertos es necesario e indispensable, un vehículo de estas características. En ellos prácticamente viviamos, colgabamos a secar la ropa humeda de la "colada", dormiamos siestas, comiamos, escribiamos, nos enfrascábamos en debates y recordábamos a nuestros amigos y familia en España.

En varias ocasiones tuvimos que ingeniárnoslas para poder continuar el viaje. Unas veces había que construir pequeños puentes de piedra para poder pasar, otras arreglar un pinchazo o conseguir agua para el radiador del coche sacándola del depósito del limpiaparabrisas.




6 comentarios:

Duende dijo...

Ey!!! Bonita aventura por aquellos lares. Yo llegué hasta Ouarzazate. Cruzar el Atlas con las mujeres bereberes con vestidos de flores y esos pasajes fue espectacular.
Y por cierto, todos somos viajeros desde que nacemos.

Carburo dijo...

En Ouarzazate también estuve.. vimos el aeropuerto militar y los escenarios de cine que utilizan para peliculas ambientadas en el desierto.

Carburo dijo...

Y de alli a la Ruta de las 1.000 Kasbash

HombreRevenido dijo...

Carburo, estoy asombrado. Yo también voy a iniciar una sección de viajes en mi blog. Más vale que me quede gracioso porque la comparación me deja a la altura del betún.
Tremendo.

Dina dijo...

¿Donde hay que apuntarse pa perderse en un sitio tan grande y vivir la aventura?.

Me ha gustado mucho... as fotos... as palabras... tot

Carburo dijo...

Hombre Revenido estoy seguro de que tus cronicas serán mucho mejores que las mias... tu tienes más pluma que yo (me refiero a la prosa jejeje....)

Dina junta un grupo de 10 personas, me pagais el viaje y os hago de guia....