Síndrome del Oso Panda

Muchos habréis oído hablar del famoso "Reverso Tenebroso". Si, ese que te ataca cuando menos te lo esperas, el día que menos te apetece salir de marcha y que sales con el argumento de "bueno salgo un rato por veros y saludaros, me tomo una y me vuelvo a casa", y sin saber como la cosa se va liando liando, y cuando te quieres dar cuenta, te ves saliendo de un after-hour al día siguiente con ganas de seguir más...

Chengdu-Sichuan (China). Foto por: Camino Aure

Pues bien hoy voy a hablar de algo que me ocurre a mi ultimamente y que lo he decidido bautizar como el Síndrome del Oso Panda. ¿Y cuáles son mis síntomas? Pues que sólo me apetece comer (de momento cosas más suculentas que el bambú) y dormir. Es decir, a imagen y semejanza de este bicho. Y por ello llevo unas semanas con el blog descuidado, casi no entro en Internet por las noches, no veo la tele, por no hacer ni he escrito en el concurso sobre la pereza de Hombre Revenido y de eso ahora se un rato, etc....

Anda si resulta que buscando en Internet este síndrome ya existe: El síndrome del Oso Panda tiene que ver con la relación entre el estrés y la falta de apetito sexual porque cada vez son más las personas que consultan al terapeuta de pareja por dificultades con su deseo sexual. En el mundo hay expertos que han denominado a este desinterés sexual como Síndrome del Oso Panda, aludiendo a la dificultad que tienen estos animales para reproducirse. Las causas son múltiples: estrés, depresión, uso de medicamentos psiquiátricos, conflictos de pareja e, incluso, falta de conocimiento del propio mapa erótico.

Chengdu-Sichuan (China). Foto por: Camino Aure

Pues mira no... estrés no te digo yo que no pudiese tener pero falta de apetito sexual, no precisamente... Así que para no crear malentendidos a partir de hoy dejaré de comportarme como un Oso Panda.