A las 3:45am, después de unas horas de vigilia, porque los nervios y el exceso de cena no dejaron dormir bien, nos levantamos, desayunamos, nos pusimos los cachibaches y a las 4:50 salimos del refugio de Torino (3.375m) dirección al Dent du Geant. Supuestamente íbamos a tener una meteo excepcional, pero al salir del refugio hacia bastante viento y se veía que el cielo no estaba despejado del todo. Caminando por el glaciar con los frontales, siguiendo la huella de los que lo habían intentado el día anterior, pasamos por delante del pilar de las Aiguilles Marbles y comienza la subida hacia el contrafuerte oeste del Dent du Geant. Una pala de nieve ancha, que sortea un par de grietas grandes, sin problemas técnicos, pero que a mi como siempre que me pego el madrugón y empiezo a forzar la maquina me hace echar el desayuno.
Con el estomago revuelto, llegamos a la pequeña goulotte que da acceso al primer hombro del pico, no mas de 45 grados de inclinación, nieve dura a esas horas de la mañana y un paso muy pequeño de hielo, sin montar reuniones pero con mucho cuidado lo sorteamos rápido, en este momento adelantamos a uno de los dos grupos que iba delante nuestra, puesto que se tomaron con mucha filosofía superar la goulotte.
A partir de aquí un caos de rocas y nieve que vamos sorteando poco a poco para llegar a la base del obelisco que forma la cima del pico. Durante este tramo se hace de día lo que nos permite manejarnos mejor en los dos o tres resaltes de roca que a pesar de las botas y crampones superamos sin problemas.
Las nubes se están cebando con la cumbre del Mont Blanc, con el Aigulle de Midi y se acercan peligrosamente desde Italia, malos pensamientos me vienen a la cabeza, pero Josito parece convencido de que seran nieblas que vendrán y se iran de la cumbre. A partir de aquí es cuando empezamos a tirar algunas fotos, esta vez con el móvil y con una cámara de usar y tirar recién comprada, porque me he vuelto a dejar la digital en casa, manda huevos!
A las 8 y media llegamos a un sitio llamado Sala Manje, que es como una especie de zona natural de descanso, para quitarse los crampones y piolet y prepararse para la escalada del obelisco, para comer después de bajar, para iniciar la también famosa Arista Rochefort. Llegamos a la vez que el grupo que nos precedía, un guía americano o australiano con su cliente. Después de chequear con ellos que no habrá problema para hacer el descenso en 6 rápeles en vez de 3 porque solo llevamos una cuerda. Ellos tiran primero.
El inicio de la vía es bastante chocante y con tiempo amenazador acojona mas todavía.... se trata de una travesía con un patio de mas de 1.000 metros y una placa de V+ que ayudado por unas cuerdas fijas es mas fácil, pero que con botones de alpinismo en vez de pies de gato y guantes en la mano por el fresco que hacia, se convierte en un tema complicado. Es en este punto, en la primera reunión, donde nuestros compañeros que iban delante deciden darse la vuelta, el cliente del guia Australiano había dedicado casi 30 minutos para este largo de 30 metros, nos quedaban otros 150 y había resoplado y jurado con todos los tacos que me sé en ingles... Esta situación (el verles bajar) no me deja muy tranquilo pero seguimos adelante. Otro largo sin equipar por un diedro fácil III+, pero que con botas se hace complicado y con el viento empezando a pegar da un ambiente muy alpino. Llegamos a Plaza Mummery, la repisa que da acceso a las famosas placas Burgerer, y no me extraña que este sitio tenga nombre propio, las vistas (aunque un poco nublado) sobre el glaciar Mer de Glace 2.000 metros más abajo son espectaculares y la vistas hacía arriba de los 120 metros restantes para cumbre impresionantes. Una placa de 30 metros de ancho, fisurada, con una inclinación variable pero entre 50 y 80 grados, con pasos de IV la mayoría, algunos V y una chimenea de 6a. Imposible de sacar para mi en libre con botas, pero que con la ayuda de unas sogas poco a poco y con mucho esfuerzo se van sacando.
Esta es la mejor parte de la ascensión, vistas espectaculares, patio increíble a todo el macizo del Mont Blanc, viento, nubes que van y vienen e incluso dejan algo de nieve sobre las sogas y la roca.... Os aseguro que a pesar de no ser lo mas difícil técnicamente que he hecho, con botas, con guantes sobre la soga nevada resbaladiza... me pareció lo mas duro que he hecho. Antebrazos reventados de apretar la soga, pies que se resbalan en la placa, bufff mucha tensión. Suerte que iba de segundo y Josito cuidaba de mi desde arriba, a él con su experiencia, destreza y botas un poco mas amigables con las placas no le resulto muy complicado abrir los largos. De hecho en la chimenea, el paso de 6a me sostuvo con la cuerda en una pequeña caída... más emoción.
Las placas acaban y llegas a la primera de las dos cumbres gemelas, unos metros más baja que la principal pero con mejores vistas sobre el macizo. Un abrazo y corriendo a bajar los 10 metros que nos separan entre los dos collados de las cimas gemelas a ver si hace menos viento y algo menos de frio.
Para bajar, otro pasito que se las trae pero finalmente aunque entre nubes, sensacion de que hemos hecho la cumbre! son las 11am. Subimos a la segunda punta, la principal, el ambiente es espectacular, no mas de 2 metros de ancho, sensacion de estar más en el cielo que en la tierra. Sorpresa porque han retirado la Virgen que debería presidir la cumbre, fotos de rigor, mucha alegria, casi tanta como frio y respeto por esta pedazo de montaña.
Bajamos de nuevo al collado y llegan un par de italianos, los segundos en el dia en hacer la cumbre, parece que salieron del refugio media hora más tarde que nosotros, tambien tienen cara de estar pasando frio. Buscamos el primer rapel y lo encontramos bajo la primera cima hacia el este, un claro se abre y empezamos a calentarnos un poco, lo cual nos ayudará en los 6 rapeles que tenemos por debajo, un patio espectacular con vistas a Courmayeur en Italia y la arista Rochefort. Todavia quedaba la ultima sorpresa...En los ultimos dos rapeles decido probar a cambiar el nudo "machard" que llevo para autoasegurarme el rapel, en vez de encima del rapelador como siempre, decido ponerlo debajo que es como recomiendan hacerlo y para alejar un poco el rapelador del arnes uso mi cinta "daisy chain", la que he estado usando desde hace 3 años como anclaje más fiable en la reuniones. Primer rapel sin problemas, pero en el segundo con este sistema, el último rapel que nos deja de nuevo en Sala Manjer, oigo un ruido sordo de algo que se rompe, suspendido en el aire (muchos de los rapeles son volados en esta cara de la pared) paro el rapel y repaso el equipo, joder! uno de los anillos de la "daisy" se ha roto, bajo unos metros más, rass, el segundo, unos metros más rasss el tercero.... mucho miedo aunque en mi cabeza se que aunque se fueran todos los pequeños anillos, el principal, el que convierte a la "daisy" en una cinta normal aguanta más de 2.000 kilos, pero por mi cabeza dan vueltas mil cosas hasta que pongo el pie en el suelo.... ¿como es posible que estos anillos no aguanten 80 kilos?
De nuevo en el suelo, reponemos fuerzas, bebemos algo, nos calentamos pues el sol ha decidido quedarse y damos recomendaciones a alguna cordada que va a iniciar la escalada ahora con mejor temperatura.
Desandamos todo el camino y a las 14h llegamos de vuelta al refugio. 9 horas en total.Sin duda la ascension más seria que he hecho. Imposible sin la ayuda de Josito y con un cúmulo de emociones muy fuerte. Habré hecho cosas más complicadas tecnicamente, pero no tan completas y con tanto ambiente alpino.... vamos de las que recordaré siempre....
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